Las siglas SGA hacen referencia al Sistema de Gestión de Almacenes o también al Software de Gestión de Almacenes que toda empresa debería tener para facilitar el día a día en la logística de una compañía.
En una empresa que tiene un departamento de logística, mantener una cantidad de mercancía siempre disponible es algo que implica determinados costes. Es más, el stock disponible es un activo tangible y cuantificable que necesita de una inversión. Además, afecta de forma directa al tiempo de entrega del producto a los clientes.
Lo cierto es que hay diversos modelos de gestión de almacenes y de sus correspondientes stocks. Sin embargo, no existe uno que se adapte a la gran cantidad de tipos de empresas que hay. Por eso, a la hora de decidir qué sistema se debe adoptar, hay que tener en cuenta determinados aspectos:
– Cuáles son los objetivos y cuál es el modelo de negocio.
– Qué tipos de existencias hay, es decir, si hay que gestionar productos semielaborados, materias primas o productos terminados.
– Cuál es el índice de rotación de mercancías. Esto supone conocer cuál es el número de veces que un determinado producto se renueva durante un periodo de tiempo concreto.
– Las características de la demanda. Hay principalmente dos tipos de demanda: la dependiente y la independiente. La primera hace referencia a las empresas que producen el producto para su distribución posterior. La demanda independiente está más determinada por las condiciones del mercado en cada momento.
– Los recursos que hay disponibles para la organización del stock y su gestión.
Existen varios sistemas para administrar el stock de un almacén. Ninguno se puede considerar el sistema perfecto. Y es que la solución más óptima para una empresa puede no serlo para otra.
Lo que sí existen son algunos elementos comunes que se pueden implementar de forma independiente al tipo de sistema que se elija. Con esto se puede garantizar una gestión del stock más efectiva.
Lo mejor es utilizar el sistema ABC. Este sistema consiste en subdividir los productos en 3 categorías en función de cuál es su valor de uso, que se valora en bajo, medio y alto.
Lo más común es que este sistema se implemente siguiendo la ley de Pareto. Esta ley te dice que el 80 % de las ventanas provienen del 20 % de todos los artículos disponibles. Esto implica que los artículos que se van a catalogar como categoría A son los que necesitan una mayor atención.
Cada acción que se realice dentro de un almacén debe estar supervisada. Esto es porque cambia el valor de las existencias.
Únicamente si existe una representación actualizada y real de cuál es la situación del almacén, se podrán tomar decisiones efectivas.
Analizar y planificar el diseño de las estanterías del almacén, así como de los distintos compartimentos que se coloquen en ellos.
Hay que buscar que formen un entorno adecuado para conseguir recoger y colocar los artículos en el menor tiempo posible. Es importante también tener en cuenta futuras necesidades que puedan requerir de una reorganización de todos los artículos con otra estrategia, evitar tener productos demasiado a desmano.
Si se opta por implementar en el departamento de logística un software de gestión de almacenes, se conseguirá una automatización de la administración de tu stock. Estará siempre actualizado y con un registro de todos los movimientos que se produzcan
Esta información acerca del SGA y cómo utilizarlo es importante para, poco a poco, llegar al almacén más eficaz posible.
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