Las puntas de tesorería de las empresas también se denominan excedentes de liquidez temporales y hacen referencias a cuando, una vez satisfechas las operaciones comerciales, sigue sobrando dinero en la cuenta corporativa. Los departamentos financieros pueden considerar hacer inversiones, a corto plazo, con esta cantidad.
Cuando hay excedente de dinero en la empresa, es importante hacer una buena planificación financiera para invertir esa cantidad en una operación que sea rentable. Para ello, una gran idea es utilizar alguna herramienta de control de tesorería, como es el caso de Sage XRT.
En primer lugar, los gestores tienen que decidir cuánto dinero hay disponible para invertir o declarar como dividendos, y cuánto deben quedarse para pagar los pasivos, a medida que estos van venciendo. Es buena idea considerar las ganancias retenidas de la compañía, y no el efectivo real que haya en el banco, debido a que, normalmente, se suele acumular en la cuenta ciertas cantidades para pagar los impuestos.
Una vez decidido esto, la empresa puede optar por las siguientes opciones:
Estos productos tienen la ventaja de que pueden asegurar a la empresa una alta tasa de interés, el único hándicap es que no se podrá utilizar ese efectivo en un tiempo determinado, que se fija al contratar el producto. Normalmente, retirar los bonos antes del periodo establecido conlleva pagar una sanción.
En lugar de retener las ganancias de la empresa, se pueden declarar como dividendos. Normalmente, es aconsejable declarar dividendos cada año fiscal en el ingreso bruto total (salarios, dividendos, intereses, etc.), debido a que los dividendos se gravan a una tasa menor que la del salario. De hecho, hasta cierta cantidad, estos productos están libres de impuestos.
Sin embargo, ¿qué ocurre si el ingreso total excede el umbral de la tasa básica? En estos casos sí existirá un impuesto adicional para pagar los dividendos, pero aún puede ser ventajoso contratarlos en esa circunstancia, ya que la empresa podrá disfrutar de los beneficios de los dividendos recibidos y saber cuántos impuestos pagarán de antemano.
Una empresa puede hacer contribuciones que vayan, directamente, a los fondos de pensiones, ya sean un plan de partes interesadas o un SIPP. Todos ellos suponen una desgravación en la Declaración de la Renta y también en el Impuesto sobre Sociedades (del año en el que se hace la contribución).
La decisión de invertir parte del dinero de la empresa en acciones y participaciones es un camino arriesgado y siempre ha de contarse con una estrategia de inversión previa o con un software de tesorería. Un consejo para lanzarse a esta aventura es la de invertir solo con efectivo «sobrante», es decir, con una cantidad de dinero que, en caso de perderse, no pusiera en peligro todo el negocio.
Por otra parte, una de las grandes ventajas de estas operaciones es que es de las más eficientes en cuanto impuestos, ya que hay una exención anual de las ganancias de capital que estarían libres de pagarlos.
Otra operación interesante pero con algo riesgo es la inversión en fondos de la empresa, bien sean acciones o participaciones, incluso depósitos de alto interés, ya que se puede poner en riesgo el equilibrio comercial en caso de reclamación.
En conclusión, las puntas de tesorería pueden ser utilizadas como inversión y ganancias a medio y corto plazo para una empresa. Hay diferentes operaciones, todas ellas con menor o mayor riesgo, que habrá que evaluar en una buena planificación financiera donde también se tengan en cuenta los impuestos a pagar.