En la gestión de las finanzas de la empresa, el fondo de maniobra es un ratio que sirve como referencia para realizar comparativas sobre la evolución de la compañía a largo plazo. En otras palabras, sirve para medir la capacidad de las compañías para continuar con el desarrollo de su actividad y siempre logrando una correcta gestión que asegure el futuro de la organización.
¿Cómo se calcula el fondo de maniobra? ¿Cómo se puede llegar a interpretar? ¿Qué implica tener un fondo de maniobra negativo? A continuación, se resuelven todas estas dudas.
Este fondo podría definirse también como la diferencia entre los activos y pasivos corrientes, es decir, el del activo que se financia con patrimonio neto o con el pasivo corriente. Además llega a llamarse de estas maneras:
– Fondo de rotación.
– Capital circulante.
– Capital de trabajo.
– Capital corriente.
– Capital de rotación.
Para el calcular este fondo existen dos fórmulas, que son las siguientes, aunque el resultado de ambas es el mismo tanto si se aplica una u otra:
1. Fondo maniobra = Activo corriente – Pasivo corriente
2. Fondo maniobra es igual (Patrimonio Neto + Pasivo no corriente) – Activo no corriente
Como llega a ocurrir con otro tipo de ratio, no se pueden señalar valores concretos como los ideales porque la determinación de cuál es el importe del fondo debe tener en cuenta una serie de cuestiones que llegan a variar de unas empresas a otras. Por ejemplo, las características al sector al que pertenece, los agentes que llegan a intervenir o un determinado mercado o la normativa de la propia entidades.
En este caso, indicaría que el importe de los activos corrientes son superiores al de los pasivos, es decir, que parte total del activo se financia con los recursos permanentes.
Es la mejor situación para las compañías, porque permite a la compañía pagar todas las deudas que vencen al corto plazo y también realizar diversas inversiones. No obstante, se debe señalar que este fondo elevado indica un elevado importe de capital ocioso (ver post excedentes de tesorería) que puede generar una mayor rentabilidad y retorno de las inversiones si el capital que se ha invertido se invirtió de forma adecuada.
En el caso de que sea negativo, refleja problemas en la solvencia de la empresa, que cuanto más alto sea el importe, mayor problema existirá. Indica que el activo es más bajo que el pasivo, en otras palabras, que la entidad no tiene activos líquidos suficientes para cubrir sus obligaciones a corto plazo.
Se pueden ocasionar problemas de tesorería por no tener los recursos de capital suficientes para el pago de deudas que van a ir venciendo. Es importante conocer la idiosincrasia de la compañía y las características al sector en el que pertenece.
Las soluciones que se pueden adoptar son las siguientes:
– Renegociar condiciones financieras y aumentar el plazo de parte de la deuda.
– Inyectar capital en tesorería por parte de los socios o propietarios de la compañía, tanto por aportaciones como por ampliaciones de capital.
– Vender las inversiones, puesto que el fondo negativo indica que los activos se financian con las deudas en un corto espacio de tiempo. Reducir los activos fijos hasta cantidades que no superen el valor total del patrimonio neto.
En estos casos, el activo corriente es igual al pasivo lo que conlleva una clara situación de riesgo con tensiones de liquidez en la organización.
El fondo de maniobra es un ratio muy utilizado por todo tipo de compañías. No obstante, tenemos que pensar en la idiosincrasia de que cada empresa y el sector al que pertenece.