Los proveedores de una empresa pueden llegar a condicionar su buen hacer y desempeño. La calidad de los productos y la rapidez en la entrega dependen directamente de ellos, y es por este motivo que hay que prestar mucha atención a los procesos de selección y negociación en este tema. A continuación se va a hablar de la gestión de la relación con proveedores o Supplier Relationship Management (SRM).
Este término define cómo las empresas interaccionan con los proveedores que les proporcionan sus productos. Abarca la estrategia que se utiliza, pero también el software de gestión que sirve de soporte para esta función. Lo que se pretende aplicando este concepto es optimizar los procesos tanto a nivel de selección como a nivel de negociación. En definitiva, se trata de usar la tecnología para hacer un cambio a mejor en el suministro por parte de los proveedores.
Lo primero que hace un sistema SRM es integrar los problemas referentes al suministro desde el momento en que se diseña el producto. Así se involucra a los proveedores del sector y se puede garantizar un coste mínimo.
El siguiente paso es clasificar a los proveedores según una serie de factores, y esto facilita el trabajo a la empresa a la hora de seleccionar a los mejores. Los puntos que se tienen en cuenta son precios, plazos de entrega, calidad de los productos y también otros como la capacidad de producción. Este último es muy importante, ya que la empresa ha de pensar también en el futuro. En el caso de que experimente un crecimiento, ¿sería capaz el proveedor de hacer frente a las nuevas expectativas? Estos temas son algunos de los que se han de tratar a la hora de hacer un análisis.
Una vez seleccionados los mejores proveedores, se trata de elegir usando un método de subasta. Para ello se pueden hacer tres tipos de peticiones:
– La primera consiste en pedir presupuesto, y la empresa simplemente ha de decir qué precio tienen sus productos.
– También se puede solicitar información. Es una manera de conocer un poco más al proveedor sin que se haga una oferta. Esto permite centrarse en la calidad de los productos más que en los precios.
– Una última opción combina las dos primeras: se solicita una propuesta comercial completa para poder evaluar tanto los precios como las características de este proveedor y su producto.
Al fin y al cabo, se trata de emitir una solicitud dependiendo de lo que se busca en una empresa de suministros.
Una vez seleccionados los mejores proveedores, se trata simplemente de formalizar el contrato y negociar las mejores condiciones para ambos. Aquí se tratarán temas como las condiciones de pago, los plazos de entrega, la calidad de los productos y otros que puedan afectar al trato entre ambos actores. Te recomendaos leer el siguiente post con las habilidades de negociación imprescindibles
Por supuesto, habrá que hacer una evaluación de riesgos y una evaluación posterior para ver si hay que implementar acciones de mejora.
El hecho de conocer a los distintos proveedores permite hacer una mejor negociación, de modo que se optimizan costes y se asegura una buena calidad del producto. De esta manera la eficiencia del proceso de compra es mayor y, por tanto, la productividad aumenta.
En definitiva, hay que considerar la gestión de la relación con proveedores como una inversión en el buen hacer de la empresa. De estos suministros depende la calidad de los productos o servicios finales que se van a ofrecer, por lo que es imprescindible escoger las mejores empresas para esta función.