Un cuadro de mandos debe tener en cuenta algunos indicadores de seguimiento en gestión de stocks, para evitar problemas relacionados con el abastecimiento. El almacén de la empresa y la relación con los proveedores es esencial para que podamos vender nuestros productos a precios competitivos y evitar, en la medida de lo posible, incurrir en costes innecesarios. Pero además, prever qué cantidad vamos a necesitar de cada mercadería, se convierte en un objetivo si queremos suministrar el producto al cliente con garantías.
Aunque existen programas específicos que permiten automatizar los datos y facilitan la toma de decisiones, nunca está de más que conozcamos un poco acerca de los cálculos básicos en la gestión de almacén. Pero antes de comenzar, conviene que tengamos claros algunos conceptos sobre nuestro almacén y su funcionamiento interno.
Conviene recordar algunos de ellos, porque son utilizados en ciertos indicadores. Así, el tiempo de entrega (t) es el que tardará el proveedor en traer el producto. El lote y punto de pedido, están relacionados con las unidades pedidas y en almacén. El stock de seguridad es la cantidad necesaria para evitar quedarnos sin producto. El stock es el número total de unidades en almacén y el medio es un promedio en un período de tiempo.
Existe mucha bibliografía relacionada con la gestión del almacén y por ende, diversos indicadores dirigidos a mejorarla y a facilitar la toma de decisiones. Vamos a centrarnos en los que creemos más importantes para el responsable de compras de la empresa.
Indica el número de unidades que debemos pedir al proveedor, de manera que minimicemos el coste. Se calcula teniendo en cuenta el coste de pedido, la demanda anual, el coste del almacén y de oportunidad o el precio por unidad.
Sería el momento idóneo para hacer un nuevo pedido. Para calcularlo se utiliza el número de unidades mínimas que debe haber en almacén para hacer una nueva entrega.
Cuando sabemos de forma aproximada, la demanda del producto y el tiempo que tarda el proveedor en entregarlo, su cálculo es fácil. Podríamos decir que es el número de unidades mínimas necesarias para satisfacer dicha demanda. Normalmente, se utilizan funciones estadísticas para su cálculo.
Como hemos visto, hay ciertos cálculos que nos van a facilitar la gestión de las compras e impedir la ruptura de stock. Esto es importante, ya que en este caso se incurre en ciertos costes a tener en cuenta. Como el coste de mantenimiento de almacén, que suele variar en función del número de unidades o el coste de ruptura, que está relacionado con un mal servicio al cliente, que puede llevarnos a perderlo.
El definitiva, un cuadro de mandos debe conocer los principales indicadores de seguimiento gestión de stocks, para evitar, como hemos visto, problemas de suministros y costes asociados al almacén. Además, esto nos permitirá aumentar márgenes y tener un mayor control sobre los precios de venta de nuestros productos en un mercado cada vez más competitivo.