La seguridad en el almacén abarca las medidas y recomendaciones recogidas para velar por el estado óptimo de los componentes presentes en un almacén, evitando posibles riesgos sobre la integridad física de las personas. Así, con el fin último de maximizar la protección y reducir los riesgos laborales en el almacén, existen cinco puntos sobre los que se debe incidir adecuadamente: formación, prevención, responsabilidad, mantenimiento e inspección técnica.
Los citados aspectos son claves en la seguridad.
La formación del personal resulta esencial como medida preventiva. Para evitar los riesgos, los diferentes usuarios de los almacenes deberán conocer todo lo relacionado con el uso eficaz y seguro de los equipos, ser capaces de valorar debidamente sus actuaciones y permanecer implicados en materia de seguridad, informando inmediatamente a los responsables sobre cualquier desperfecto o daño detectado en las instalaciones.
La empresa puede incidir en la formación del personal entregando manuales de seguridad e impartiendo cursos sobre prevención de riesgos.
La piedra angular sobre la que se sustenta la prevención de los accidentes en el trabajo es la correcta evaluación de los riesgos. Es a raíz de dicha evaluación que se pueden determinar y establecer las medidas más adecuadas.
La evaluación de los riesgos consta de cinco pasos:
– Identificar los riesgos y la exposición de los trabajadores.
– Evaluar los riesgos y establecer prioridades.
– Planificar las medidas preventivas convenientes.
– Adopción de dichas medidas.
– Revisión y seguimiento.
Tanto el proveedor de estanterías como sus usuarios deben cumplir con las responsabilidades establecidas en la norma europea EN 15635.
Dentro de las responsabilidades que debe asumir el proveedor, se encuentran:
– Definir las limitaciones técnicas y las cargas que deberán soportar los suelos del almacén.
– Aconsejar el tipo de protección adicional de las estanterías.
– Suministro de placas sobre las características de la instalación. Deben ser colocadas en localizaciones visibles.
Las responsabilidades principales de los usuarios son:
– Establecer las condiciones óptimas en el trabajo en función de la evaluación de riesgos.
– Garantizar que el personal tenga la formación adecuada.
– Nombramiento de un responsable de supervisión.
– Cumplir con las instrucciones establecidas por el proveedor.
El mantenimiento, fundamentado en la vigilancia y el control habitual de las instalaciones, es esencial para maximizar la seguridad y el buen funcionamiento de los almacenes. En este punto, el establecimiento de un plan de inspecciones periódicas para detectar, comunicar y registrar anomalías resulta altamente recomendable. Las inspecciones han de ser exhaustivas y de tres tipos:
– Diarias, para detectar anomalías visibles.
– Semanales, para verificar la verticalidad de las estructuras.
– Mensuales, de aspectos más generales (como la limpieza y el orden).
El mantenimiento incluye la sustitución de los componentes dañados.
Los propietarios de los almacenes están obligados (en virtud de la norma EN 15635) a realizar inspecciones anuales de las estanterías metálicas. Estas deben ser afrontadas por técnicos cualificados, que valorarán, entre otras cosas, la necesidad de establecer protecciones en los puntales, posibles deformaciones en las estanterías, así como la existencia de grietas o desperfectos en los suelos.
Desafortunadamente, resulta imposible evitar al 100 % los accidentes laborales. La mejor manera de actuar frente a los mismos consiste en centrarse en la prevención, y en ese sentido, existe una serie de recomendaciones básicas:
– El número de materiales almacenados en el lugar de trabajo debe ser el mínimo posible.
– Criterios ergonómicos en el diseño de los almacenes.
– Mantenimiento de un orden, estableciendo los criterios necesarios (tamaño, peso, movilidad) que faciliten el tratamiento de la mercancía.
– Limpieza, iluminación y ventilación.
– Evitar los puntos de congestión, facilitando el control y la localización de las cantidades almacenadas.
– Almacenar en función de criterios que no pongan en riesgo a los trabajadores.
Con estas medidas aumentará la seguridad en el almacén.