La seguridad informática es un componente crítico en el entorno empresarial, y su enfoque puede dividirse en dos vertientes fundamentales: defensiva y ofensiva.
Pero no todas las empresas distinguen entre la seguridad informática defensiva o pasiva y la seguridad ofensiva o activa. Conocer en detalle cada una y su utilidad respectiva es esencial para tener una buena seguridad en nuestra empresa.
Comprender y aplicar ambas estrategias de manera equilibrada es esencial para garantizar una sólida protección en el ámbito digital de las empresas.
Cuando nos referimos a la seguridad pasiva o defensiva, comprende los sistemas implementados para protegerse después de un ataque, mitigando sus consecuencias.
Aquí entran en juego procesos o mecanismos como la recuperación de equipos infectados, el uso de herramientas de limpieza, el aislamiento de equipos afectados, instalaciones y recuperación de información desde copias de seguridad, así como planes de contención.
Todo esto se realiza con el objetivo de bloquear el ataque y restablecer la normalidad lo antes posible. La parte de seguridad pasiva requiere una definición muy precisa.
Por otro lado, tener una estrategia de seguridad activa u ofensiva, hablamos de medidas abarcadoras, incluyendo procesos y a menudo herramientas, destinadas a prevenir ataques.
Esto implica la implementación de soluciones de autenticación multifactor (MFA) para salvaguardar credenciales, el uso de EDR para defenderse contra el malware avanzado, un riguroso control de permisos para evitar la explotación de la red, atención al cifrado, capacitación de usuarios, entre otras acciones, todo dirigido a prevenir ataques, empleando las mismas técnicas que utilizan los hackers reales para poner a prueba la Seguridad de tu empresa, así se identifican las vulnerabilidades y se crea un plan de acción o de ciberseguridad para resolverlas antes de que los atacantes puedan explotarlas.
A pesar de esta distinción, es crucial que las empresas comprendan que, en un entorno de riesgo como el actual panorama de amenazas, deben establecer una estrategia de seguridad integral. Esto implica tener varias capas de defensa para prevenir ciberataques y responder eficientemente en caso de incidentes, tanto en software como en hardware.
La naturaleza de los ciberataques modernos hace que la implementación de ciberseguridad tanto defensiva como ofensiva sea crítica.
Para explicarlo con claridad exponemos este ejemplo: En el caso de un banco que está a punto de ser robado.
La seguridad pasiva incluirá cerraduras adecuadas de puertas y ventanas, cámaras de seguridad y el personal del banco que identificará y reportará comportamientos sospechosos.
La seguridad activa en esta situación serían los guardias de seguridad en las instalaciones y la cámara acorazada que funcionaría para evitar que el ladrón acceda al oro en la cámara.
Nadie quiere confiar su dinero a un banco que no invierta en ambas áreas, cualquier persona optará por hacer negocios con un banco que ofrezca una gran seguridad pasiva y activa.
Lo mismo ocurre con las empresas, todas deben pensar en sí mismas como un banco cuya moneda más preciada son los datos comerciales y de los clientes. Si esta información llega a manos de los ciberdelincuentes, puede causar un daño irreparable a una empresa.
Por tanto, ambas son importantes y complementarias
Las empresas tardan una media de 277 días en identificar y contener una filtración de datos. La razón principal es que muchas utilizan un enfoque de Seguridad únicamente defensivo, con medidas de reacción que se activan una vez ocurrido un incidente.
En Control Group lo tenemos claro, que es posible anticiparse y ser proactivo para prevenir ataques, consecuencias más graves y reducir significativamente los tiempos de reacción frente a ciberataques.
Para fortalecer la ciberseguridad de una empresa, y minimizar la posibilidad de sufrir un ataque como su impacto en caso de que ocurra, se debe seguir un procedimiento integral y mantenerse al día con las últimas amenazas y tecnologías, por eso es esencial contar con un buen partner que se preocupe por su empresa.
En la evaluación de riesgos en ciberseguridad, es crucial identificar activos críticos, analizar posibles amenazas y vulnerabilidades, y cuantificar los riesgos asociados. Este proceso permite establecer prioridades efectivas para fortalecer la seguridad de la infraestructura, garantizando así la protección de la información sensible y la continuidad operativa.
En aras de salvaguardar la integridad y confidencialidad de la información, cada empresa debe forjar políticas robustas de seguridad cibernética. Estas políticas han de delinearse con precisión, abarcando procedimientos exhaustivos para la gestión de datos y el acceso a sistemas.
Para garantizar una comprensión uniforme, se impone una comunicación transparente a todos los empleados, respaldada por programas de capacitación que profundicen en la aplicabilidad y cumplimiento de estas políticas. La conciencia y adhesión de cada miembro del equipo son esenciales para fortificar las defensas contra amenazas cibernéticas potenciales.
En el ámbito de la Seguridad de Red, es crucial implementar medidas como firewalls y sistemas de detección de intrusiones para salvaguardar la integridad de la red.
La encriptación de comunicaciones sensibles añade una capa adicional de protección, mientras que la actualización periódica de los equipos de red es esencial para mantenerse a la vanguardia contra posibles vulnerabilidades.
La combinación de estas prácticas fortalece la seguridad de la red, reduciendo significativamente el riesgo de amenazas cibernéticas.
En la gestión de identidad y acceso, se enfoca en salvaguardar la información al implementar medidas como la autenticación de múltiples factores para garantizar la veracidad del usuario. Además, se limitan los privilegios de acceso según roles, asegurando que cada usuario tenga solo las autorizaciones necesarias.
La monitorización y auditoría constante del uso de cuentas de usuario son prácticas esenciales para detectar y responder rápidamente a posibles amenazas o actividades sospechosas.
La seguridad del software es esencial para proteger la integridad y confidencialidad de la información. Para fortalecer esta defensa digital, es crucial mantener actualizados todos los programas y sistemas. La actualización constante no solo proporciona nuevas características, sino que también corrige vulnerabilidades existentes.
Además, llevar a cabo pruebas de penetración y evaluaciones de seguridad es una práctica indispensable. Estas pruebas simulan ataques para identificar posibles puntos débiles y garantizar que las defensas sean efectivas. Este enfoque proactivo permite corregir vulnerabilidades antes de que sean explotadas por amenazas cibernéticas.
La implementación oportuna de parches de seguridad es otra piedra angular en la construcción de un entorno digital robusto. Los parches corrigen fallos de seguridad conocidos y refuerzan la resistencia del software frente a posibles amenazas. Un proceso eficiente de aplicación de parches es esencial para mantenerse un paso adelante de los ciberdelincuentes.
En resumen, la seguridad del software requiere un compromiso continuo: actualización constante, pruebas exhaustivas y aplicación puntual de parches de seguridad. Estas prácticas no solo protegen la funcionalidad del software, sino que también resguardan la información sensible frente a las constantes y evolucionadas amenazas cibernéticas.
Establecer rutinas regulares de respaldo es crucial para asegurar la integridad y disponibilidad de la información vital. Programa respaldos automáticos para capturar cambios frecuentes y minimizar la pérdida potencial.
No confíes solo en la teoría; prueba regularmente la recuperación de datos para evaluar la efectividad de tus sistemas de respaldo. Esta práctica garantiza que, en caso de una emergencia, puedas restaurar tus datos de manera rápida y eficiente, minimizando la interrupción de tus operaciones.
Además, la prevención contra ataques de ransomware es clave. Mantén copias de seguridad fuera de línea, desconectadas de la red, para evitar que los ciberdelincuentes accedan y comprometan tus archivos. Esta medida proactiva actúa como un escudo adicional, asegurando que tus datos estén resguardados incluso en escenarios de amenazas digitales.
La concientización y entrenamiento en ciberseguridad son piedras angulares para salvaguardar la integridad de nuestra información. Educar a los empleados sobre las amenazas cibernéticas es esencial; como primeros guardianes de nuestra red, su conocimiento es la primera línea de defensa.
Simular ataques periódicos no es solo una estrategia, es una necesidad. A través de ejercicios simulados, creamos un entorno controlado para mejorar la preparación del equipo ante posibles amenazas. Estas simulaciones no solo evalúan las habilidades técnicas, sino también la capacidad de respuesta y coordinación del personal.
Fomentar una cultura de seguridad cibernética va más allá de la formación puntual. Debe arraigarse en la filosofía organizacional. La seguridad no es solo una tarea, es un compromiso constante. Desde la alta dirección hasta cada empleado, todos deben ser guardianes vigilantes de nuestra infraestructura digital.
Juntos, construimos una fortaleza digital resistente, donde la concientización, la simulación y la cultura de seguridad cibernética se entrelazan para formar un escudo impenetrable contra las amenazas digitales emergentes.
El monitoreo continuo es esencial en ciberseguridad para detectar amenazas en tiempo real y responder de manera efectiva a incidentes. Implementar sistemas de monitoreo en tiempo real implica utilizar herramientas avanzadas que analizan el tráfico de red, registros y comportamientos del sistema. El análisis de comportamiento es clave para identificar actividades anómalas, ya que permite establecer patrones normales y detectar desviaciones.
Para lograr una respuesta rápida y efectiva, es crucial contar con un equipo capacitado y procesos bien definidos. La automatización de respuestas a través de scripts y reglas predefinidas puede acelerar la mitigación de amenazas conocidas. Además, la colaboración entre equipos de seguridad, operaciones y gestión es fundamental para una respuesta coordinada.
La evaluación regular de la efectividad de los sistemas de monitoreo y la actualización constante de las políticas de seguridad son prácticas recomendadas. La ciberseguridad evoluciona constantemente, y mantenerse al tanto de las nuevas amenazas y vulnerabilidades es esencial para mantener un entorno digital seguro.
La ciberseguridad y el cumplimiento normativo son esenciales para proteger la información sensible y garantizar la privacidad de los datos. Para asegurarnos de cumplir con las regulaciones de privacidad y seguridad, debemos implementar medidas robustas de protección de datos y realizar auditorías internas de manera regular para evaluar la efectividad de nuestros controles y procedimientos.
Además, de someternos a auditorías externas periódicas realizadas por expertos independientes para validar nuestro cumplimiento normativo y mantener un enfoque proactivo en la identificación de posibles vulnerabilidades y riesgos, implementando parches y actualizaciones de seguridad de manera oportuna.
El compromiso con la ciberseguridad debe extenderse en la capacitación continua del personal en prácticas seguras y la promoción de una cultura de conciencia de seguridad. Con la evolución constante de las amenazas cibernéticas, tenemos que estar dedicados a adaptarnos y mejorar continuamente las medidas de seguridad para garantizar la integridad y confidencialidad de la información que manejamos en la empresa.
Establecer relaciones sólidas con expertos en ciberseguridad es fundamental para fortalecer la postura de seguridad de una empresa. Participar activamente en programas de intercambio de amenazas y compartir información sobre posibles riesgos con la comunidad empresarial, crea un entorno colaborativo que beneficia a todos.
Al seguir estos pasos, la empresa no solo mejora su capacidad de respuesta ante amenazas, sino que también contribuye al fortalecimiento colectivo contra ciberataques, mitigando riesgos y protegiendo de manera efectiva sus valiosos activos digitales.
Conoce las vulnerabilidades, las amenazas y los riesgos técnicos en seguridad de tu organización, en Control Group te creamos tu Plan de Ciberseguridad con análisis de vulnerabilidades y auditorías para detectar puntos débiles.
El Análisis de Vulnerabilidades (Vulnerability Assessment) es una auditoría orientada a evaluar la seguridad de los sistemas IT de una empresa sobre el negocio del cliente y sus necesidades. Este tipo de auditoría, sirve para identificar los puntos débiles y así poder determinar el daño que podría ser causado dentro de una compañía, con el fin de elaborar un plan de acción adecuado a cada uno de ellos. En resumen, es una primera fotografía imprescindible para continuar y mejorar los niveles de seguridad dentro de una empresa.
Creamos campañas de Phishing y ataques simulados por correo, para evaluar, reducir y mitigar el riesgo que entrañan los usuarios más vulnerables de las compañías y ayudan a sensibilizar al usuario de los riesgos de la ciberseguridad. Con estas acciones, se puede mejorar los niveles de seguridad dentro de una compañía, basándose en el envío de correos controlados, simulando suplantación de identidades, departamentos, apps de compras, etc., con el fin de enseñarles a protegerse de posibles correos maliciosos. Las campañas de phishing no son formaciones para los usuarios, son simulaciones que servirán para concienciarlos para futuros ataques de phishing.
Finalmente realizamos un Pentesting o ataques éticos con auditoría personalizada, con el objetivo de conocer hasta donde podría llegar un usuario malicioso con credenciales. La mejor forma de estudiar la seguridad de los sistemas frente a un ataque, es someterse a uno, pero de forma controlada y con ética. Los Pentesting son ataques éticos reales que tienen como objetivo aportar pruebas de entrada a los sistemas (se obtienen pruebas de los datos exfiltrados del cliente, capturas de los sistemas accedidos, etc.)
. Este tipo de Auditorías Pentesting o Hacking éticos solo puede realizarlas un técnico experto en seguridad, al ser más complejas, tienen que tener una interacción con el cliente para conocer sus sistemas y saber qué tipo de auditoría necesitaría. Este tipo de auditorías son personalizadas para cada cliente se realizan bajo proyecto una vez realizado un análisis de vulnerabilidades en sus sistemas internos y externos
En conclusión, la implementación de un sólido plan de ciberseguridad es vital para salvaguardar la integridad de nuestros datos y garantizar la continuidad de nuestras operaciones empresariales.