La digitalización de las empresas es un proceso que ya ha comenzado y al que ninguna compañía que quiera sobrevivir puede renunciar. Cada vez es mayor el apoyo de los equipos y softwares informáticos para mejorar la productividad, los procesos productivos, las relaciones con los clientes o la contabilidad, entre otros. Pero ¿en qué consiste ese proceso y cómo debe aplicarse en las empresas que aún no se han metido de lleno en el mismo?
Son muchos los que piensan que esta transformación digital se basa prácticamente en eliminar el papel y centrarse en medios digitales, pero están equivocados, ya que esta es solo una consecuencia de ese proceso. La tecnología abarca todos los aspectos de la empresa, desde los hábitos a las necesidades, la manera de comunicarse con clientes, proveedores y empleados, o la manera de consumir. La digitalización ha de realizarse desde el análisis de todos los procesos de la compañía para así saber dónde la tecnología puede llegar a tener un efecto positivo y optimizarlos.
Las empresas que ya han apostado por este proceso enumeran los beneficios que han obtenido gracias a su implementación.
Tal vez sea la más visible de las ventajas. Internet, las redes sociales, e-commerce, blogs, webs corporativas… son elementos que dan a las empresas una mayor visibilidad y optimizan los canales de venta.
Además estos elementos también favorecen una comunicación bidireccional con los clientes, obteniendo un feedback inmediato de todas las acciones. Esto supone un aumento de las ventas y una mayor satisfacción de quién elige a esas empresas. Y es que en las compañías digitales todo gira alrededor del cliente.
Con la digitalización las empresas obtienen más datos y pueden analizarlos mejor. Eso es conocimiento para optimizar la toma de decisiones. Se conoce mejor al cliente, sus hábitos de compra, gustos y necesidades, por lo que es más fácil acertar al poner productos en el mercado.
Algunas empresas se sirven del Big Data para tomar decisiones que afectan a todas las áreas del negocio, como la producción, el marketing o los recursos humanos.
Con más información y recursos al servicio de la mejora de los procesos es más fácil que la empresa sea más productiva y eficiente. Además las empresas que apuestan por la digitalización también innovan para mejorar estos resultados.
Los empleados se sienten más cómodos cuando pueden compatibilizar su vida laboral y personal, y eso se consigue en gran manera gracias a las nuevas tecnologías. Además, los trabajos en equipo son más sencillos de realizar con estas herramientas, puesto que no hace falta encontrarse en el mismo lugar en un momento concreto para poder realizar un trabajo conjunto.
Los primero que hay que tener en cuenta es que la clave de la digitalización no es la tecnología, sino las personas. Si quienes deben desarrollar el trabajo diario no conocen las herramientas, es imposible que el proceso tenga el éxito esperado aunque se invierta en la tecnología más puntera. Durante el proceso los empleados deberán sentirse acompañados y recibir las formaciones pertinentes para poder hacer un buen uso de las nuevas herramientas que tienen a su disposición.
La urgencia es otro de los puntos a tener en cuenta para la transformación digital. Y es que los responsables deben tener interiorizado el que si no se hace ya, la compañía está abocada al fracaso. Los procesos de toma de decisiones deben realizarse de manera ágil (algo que, como se ha visto, va a favorecer la implantación de herramientas digitales), eliminando burocracia. Eso sí, siempre es una buena práctica tener en cuenta las opiniones y las ideas que puedan tener las diferentes personas que trabajan en la compañía y a las cuales incumben esas decisiones.
Compromiso con la empresa, optimismo y buena disposición son otros factores que deben ponerse en práctica para lograr los mejores resultados en todo el proceso. Toda la compañía deberá verse involucrada en el mismo, independientemente del puesto jerárquico que se ocupe o el área en el que se trabaje. Como se veía en el punto anterior, la digitalización abarca todos los procesos de la empresa, por lo que todas las personas que intervienen en los mismos deben conocer cuáles son los siguientes pasos.
Como se ve la digitalización de las compañías es un proceso que lleva tiempo, no se puede hacer de un día para otro. Pero también es algo que todas las empresas deben poner en marcha cuanto antes para poder competir en igualdad de condiciones con otras en el cambiante mercado actual. Es más, aquellas que rechacen esta transformación es muy complicado que puedan mantenerse.