Conseguir un ahorro de tiempo, aumentar la eficiencia y mejorar la productividad es lo que conlleva el hecho de mejorar la logística de un almacén, algo clave para las empresas hoy en día. El continuo crecimiento del comercio electrónico, así como el aumento de los pedidos que se tienen que enviar día tras día, hacen que se tenga que optimizar la cadena de suministros.
Hay una serie de consejos que siempre son buenos seguir para asegurarte el éxito en la mejora de la gestión de un almacén.
Lo primero que tienes que tener claro es que un almacén que gestiona 50 pedidos al día no va a llevar la misma estrategia que uno que gestiona 1.500 pedidos.
Tienes que identificar cuáles son tus necesidades principales. Analiza tu almacén y la cantidad de pedidos que reciben antes de comenzar a diseñar tu estrategia.
– Limita al máximo los desplazamientos innecesarios. Intenta optimizar la distribución de los productos dentro de tu almacén.
– Limita el transporte de carga pesada. Una buena opción es equipar tu almacén con carretillas plegables o transpaletas para evitar así el riesgo de accidentes laborales al disminuir el trabajo arriesgado a tus empleados.
– Equipos de calidad. Es una buena opción para que mejore el entorno de trabajo. Lectores de códigos de barras o WMS de alto rendimiento reducirán la tasa de errores logísticos.
– Las máquinas ayudan. Las máquinas que producen el relleno, las selladoras o las máquinas que se encargan de envolver el producto final pueden llegar a agilizar el trabajo.
Una buena utilización del espacio es muy importante para evitar que el almacén se transforme en un campo de batalla.
– Establece un sistema de numeración de los productos que tengas en stock y crea rutas que conduzcan rápidamente al producto.
– Delimitar cuáles son las áreas de trabajo y cuáles son las de almacenamiento.
Piensa que cuánto más especializado tengas tu almacén, más precisas serán las tareas. Y si tus empleados tienen un conocimiento amplio de sus actividades, todo será mucho más eficiente.
Distribuye todas las tareas que se desarrolla en tu almacén en función de las distintas zonas que existan.
Todo almacén tiene productos que son de alta rotación, aquellos que son muy solicitados por los usuarios y, por lo tanto, por las distintas fases de la cadena de logística.
Lo mejor es crear una zona específica para este tipo de productos, una que esté cerca de la entrada y salida de mercancías para favorecer el tránsito.
Estas son algunos consejos que es recomendable que sigas para que la gestión de tu almacén sea mucho más eficiente.
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