El de director financiero es un cargo de vital importancia en las empresas de cierta envergadura, es decir, en las organizaciones que manejan un volumen de negocio considerable. En ellas se producen unos movimientos económicos que justifican sobradamente la reserva de un puesto de trabajo diseñado específicamente para controlar todos los resortes de sus finanzas. Por consiguiente, resulta fundamental conocer las funciones del director financiero. A continuación, profundizaremos en ellas.
El cargo de director financiero, también conocido como CFO (por sus siglas en inglés) ocupa una posición de gran importancia en el organigrama de la empresa, por lo que su relación con su CEO resulta estrecha e intensa. Por tanto, se da por segura su participación en los comités de dirección de la firma.
Asimismo, la figura del director financiero cumple un imprescindible cometido coordinador, de manera que quienes la ejerzan han de tener capacidad de liderazgo y estimular el trabajo en equipo.
En cuanto a los objetivos que, a nivel general, debe cumplir este empleado de alto rango, hemos de señalar unas directrices básicas:
1. Administración: Protección de los activos fundamentales de la organización e información a sus interlocutores de los estados financieros.
2. Operaciones: Toma las medidas para que estas se implementen de forma óptima.
3. Catálisis: Análisis del funcionamiento de todas las ramas de una empresa y actuaciones tendentes a sus mejoras.
4. Estrategias: En el marco de su participación en el comité de dirección, incluye la visión financiera en los proyectos futuros, tales como las inversiones o relaciones con otras empresas.
Por otro lado, estas funciones generales del director financiero se desglosan en otras más específicas:director
1. Garantizar que la organización siempre disponga de suficiente flujo de efectivo. (ver el post 7 consejos para mejorar la tesorería).
2. Análisis de decisiones críticas, tales como las inversiones.
3. Controlar los balances y la cuenta de resultados.
4. Llevar un seguimiento de la planificación presupuestaria.
5. Informar al comité de dirección de la situación financiera e incluso realizar benchmarking, es decir, análisis de la competencia.
6. Interlocución con entidades como bancos, administraciones públicas, otras empresas, etc.
7. Observancia de las leyes en ámbitos como el social, fiscal y mercantil.
8. Gestionar riesgos no solo financieros, sino también civiles, laborales y de crédito.
Por último, hemos de enfatizar las nuevas responsabilidades que caracterizan el trabajo de los directores financieros, las cuales están relacionadas con la mayor complejidad que adquieren sus labores en un mercado laboral marcado por la creciente interconexión, la apertura a la globalización y los avances tecnológicos.
En este aspecto, la crisis ha propiciado una mayor audacia en la búsqueda de instrumentos de financiación alternativos a los tradicionales. Las nuevas tecnologías, además, ya constituyen herramientas de uso común tanto para analizar datos con mayor precisión como para tomar decisiones futuras, ya sean relativas a riesgos o inversiones. Un ejemplo de estas herramientas es el business intelligence de Sage XRT. El Big Data y las fintechs se abren paso. Por último, la mundialización de la economía obliga a los directores financieros no solo a conocer las legislaciones internacionales, sino también a desentrañar las dinámicas de las relaciones económicas con los mercados exteriores y participar con éxito en ellas.
En definitiva, un puesto crucial para implementar la transformación digital y adaptarse al mercado global.