Cómo mejorar la motivación de los empleados mediante incentivos laborales
La motivación de empleados es un elemento fundamental para mejorar la productividad en un negocio o administración, puesto que el capital humano es el que marca la diferencia. En este artículo, se describen los mejores incentivos laborales para la plantilla de una compañía y se explica cómo implementar un plan de incentivos.
Incentivos laborales: cómo implementar un plan
Un plan de incentivos es útil para todas las empresas, porque establece un protocolo de actuación ante aquellos empleados que tienen un margen de progresión a medio plazo. Aunque una retribución salarial justa es condición sine qua non para la motivación laboral, existen otros elementos que, en ocasiones, no se valoran suficientemente y que ganan peso a medida que pasa el tiempo. Por lo tanto, el plan es la forma de anticiparse a estas situaciones y ofrecer una respuesta.
Cuando se toma la decisión de implementar el plan, hay que valorar diversas cuestiones. En primer lugar, las categorías profesionales, en segundo lugar las posibilidades de promoción y, en tercer lugar, los tipos de incentivos que existen. Si es posible, convendría mantener cada año una entrevista individualizada con el trabajador para conocer cuáles son sus objetivos de proyección laboral y, de este modo, poder encaminarlo.
El punto de los incentivos es fundamental, ya que constituye la base para desarrollar el resto de las políticas. Concretamente, existen los incentivos económicos, los motivacionales y aquellos relacionados con el bienestar de los trabajadores.
Incentivos económicos
Los incentivos económicos están íntimamente ligados a la capacidad de ganar más dinero por un desempeño excelente de las funciones de un individuo o con el reconocimiento colectivo a la labor de todo el equipo.
En el primer caso, el aumento de sueldo, las comisiones por ventas o los bonus por objetivos son las formas más habituales de incentivar a un trabajador a corto plazo. Todos estos elementos permiten diferenciar entre aquellos trabajadores que cumplen de forma excelente su cometido.
En el segundo caso, un aumento de salario lineal para todos o el establecimiento de un plan de pensiones ayudará a mejorar el ambiente de trabajo. Determinadas empresas pueden optar por esta forma de retribución para fomentar la relación a medio-largo plazo.
Incentivos motivacionales
Aunque sea necesario, el dinero no lo es todo para seguir en un puesto de trabajo y un buen gestor de equipos debe tener en cuenta la necesidad de aplicar técnicas de inteligencia emocional con los empleados. Los empleados son seres humanos y valoran determinadas cuestiones.
Por ejemplo, reconocer puntualmente el buen desempeño, pedir opinión para implementar nuevas soluciones o fomentar la figura del empleado del mes son varias acciones interesantes que se pueden impulsar desde Recursos Humanos.
Incentivos de bienestar
Los incentivos laborales relacionados con el bienestar son importantes, puesto que el trabajador que ya está asentado tiende a valorarlos. Cuando se lleva un tiempo en la compañía, se da más importancia al bienestar.
Cuestiones como la flexibilidad laboral para conciliar vida laboral y familiar, juegos en la oficina o periodos de descanso entre horas contribuirán a aumentar el compromiso de un empleado con la firma. Aunque a algunos les parezca pasado de moda, organizar periódicamente una barbacoa con los trabajadores ayudará a mejorar el ambiente en la oficina.
Conclusión
La motivación de empleados es un punto fundamental para aumentar la productividad que requiere una inversión reducida. Por este motivo, es importante implementar un plan que ofrezca una línea clara de promoción que conozcan los gestores para actuar ante cualquier incidencia. Valorar los distintos tipos de incentivación en función del perfil del empleado servirá para retener el talento y aumentar el rendimiento colectivo, en claro beneficio de la compañía. Finalmente si te ha interesado este post, te recomendaos que te pongas en contacto con nosotros: