La trazabilidad de los productos es una cuestión ineludible en determinadas industrias, en especial en el mundo de la alimentación, pero también en la industria farmacéutica y de los envases. Sin embargo, existe una gran confusión acerca del término que, hasta la fecha, no ha sido suficientemente aclarado, en especial para las pymes.
En este artículo se va a definir el concepto de trazabilidad, se explican los distintos tipos que existen y se sugieren algunos métodos para asegurarla en las empresas.
Qué es la trazabilidad y cuáles son sus diferentes tipos
La trazabilidad de los productos es un concepto utilizado en la industria y que significa poder señalar la composición de un producto, de dónde procede, los procesos a los que ha sido sometido y dónde se va a comercializar. Para la industria alimentaria existe una directiva europea de obligado cumplimiento, la EC178/2002.
Es imposible conseguir un control integral de todo el proceso si no se cuenta con herramientas automáticas y esta es una responsabilidad de cada componente de la cadena. Hoy en día, la utilización de herramientas de software se convierte en imprescindible para controlar el proceso de principio a fin. En Control Group, productos como Mobility live SGA o Sage 200c cumplen con esa función.
Tipos de trazabilidad de los productos
Existen tres tipos de trazabilidad que hay que conocer: ascendente, interna o descendente. Es importante analizar cada momento para evitar problemas y entender que es un proceso acumulativo. Por ejemplo, no se puede realizar una trazabilidad completa del producto si no se parte desde el inicio; sin trazabilidad ascendente, no es posible tener una trazabilidad descendente.
Trazabilidad ascendente
La trazabilidad ascendente se refiere a conocer con detalle el origen de una materia prima, y para ello existen varios ítems que se pueden utilizar. No se trata solo de saber si una carne de ternera se ha criado en un lugar y con un determinado proveedor, sino de conocer la fecha del sacrificio, el registro y el lote al que pertenece, así como su caducidad.
Trazabilidad de procesos
La trazabilidad de procesos se refiere al proceso de transformación de la materia prima en la industria. Por ejemplo, si se utiliza leche, cómo se transformará en yogur. Conocer qué ingredientes han sido necesarios, en qué cantidades, a qué procesos han sido sometidos (temperatura, tiempo) y el resultado final. Por supuesto, el producto resultante ha de poder ser identificado.
Trazabilidad descendente
En este caso, la trazabilidad logística se refiere a la distribución del producto al cliente final, que suele ser una empresa de distribución o un comercio, siendo fundamental monitorizar el proceso de transporte. Para ello, conviene saber la fecha de salida de la industria, las cantidades, la dirección de los clientes y el estado en el que se entrega la mercancía.
Conclusión
Si bien la trazabilidad de los productos ya es obligatoria en determinadas industrias, la tendencia del mercado va a ser la de exigirla en un número creciente de procesos. Por lo tanto, conocer en qué consiste y contar con las herramientas necesarias para garantizarla se hace imperativo. Si desea conocer las ventajas que ofrece la trazabilidad de los productos te recomendamos el post «Trazabilidad de un producto, necesidad para una gestión eficiente»
