Consejos para zonificar el almacén
La correcta distribución del espacio es fundamental para realizar una gestión eficiente de las infraestructuras de la empresa. Zonificar el almacén, pues, se convierte en una cuestión de primer orden para mantener la competitividad en una compañía.
La compañía, cuando va a decidir qué política de almacenamiento realizará, tiene que optar entre dos modelos diferentes, FIFO o LIFO, en función de sus necesidades concretas:
1. En el modelo FIFO, la primera mercancía que entra es la primera en salir. Esto es especialmente importante en determinadas empresas de logística que fijan sus plazos de entrega en 24 o 48 horas, según el caso.
2. En el modelo LIFO, la última mercancía que entra es la primera en salir. Como principio general, no es muy habitual que sea así, pero sí se aplica esta máxima en algunos negocios de distribución con alta rotación de determinadas mercancías.
Zonificar el almacén, que es imprescindible
En primer lugar, las zonas de carga y descarga cumplen con la función de dar entrada y salida a la mercancía. Por razones prácticas, muchas empresas suelen contar con muelles específicos para realizar estas operaciones e integran ambas áreas.
En segundo lugar, es importante delimitar bien la zona de recepción de mercancías para que sea esa la que sirva de punto neurálgico para la posterior clasificación de las mismas. También cumple con la función de descartar mercancías defectuosas. Por cuestiones de logística, y si es posible, es recomendable que esté al lado de la zona de carga y descarga.
En tercer lugar, todo almacén tiene que contar con estancias para el almacenamiento que cuenten con estanterías adaptadas y que tengan en cuenta la temperatura de la mercancía. Las empresas logísticas tienen almacenes para mercancías frías y en seco.
Por otra parte, el almacén también debería incluir una zona de picking, donde el producto se prepare para su posterior traslado a la zona de expediciones. Muchos envíos acaban siendo problemáticos porque el picking no se ha realizado correctamente y de manera profesional. Una forma de evitar errores en este proceso es utilizar una solución para la gestión de almacenes como Mobility live SGA
Desde la zona de expediciones del almacén, el camión, tren o barco que corresponda recogerá el cargamento y lo trasladará a su destino final. En esta zona se realiza el embalado.
Finalmente, habría que incluir una pequeña oficina desde la que se puedan realizar gestiones administrativas y que incluya ordenador con conexión a internet, impresora, fax y teléfonos para solucionar cualquier incidencia. No tiene por qué ser una estancia demasiado grande (dependerá de las dimensiones del almacén), pero sí es necesaria.
También se pueden incluir otras estancias en función de las necesidades del almacén, como una zona para recarga de baterías, de almacenamiento de mercancías defectuosas o de envases y material de embalaje.
Además, hay que indicar que la zonificación del almacén debería estar ligada a la integración de las nuevas tecnologías en el proceso. Hoy es posible controlar mediante una tableta y un software especializados la entrada de una expedición y su ubicación.
Zonificar el almacén permite ahorrar tiempo y dinero, rebajando los costes asociados a la gestión de las mercancías y, en consecuencia, contribuye a aumentar los beneficios de la compañía.
Finalmente, para conocer más detalles sobre el diseño del almacén te recomendamos visitar el post: Consejos para diseñar el layout del almacén.